Juan Carlos Sánchez Latorre, alias "El Lobo Feroz", recibió este martes la condena más alta que se haya impuesto en Colombia por delitos sexuales contra menores de edad.

Sánchez Latorre, de 38 años de edad, fue sentenciado a pagar 60 años de prisión por 91 casos de acceso carnal con menores entre los años 2007 y 2009. Todo el material documentado fue recopilado por las autoridades judiciales.

Al "Lobo Feroz", la juez novena penal del circuito de Barranquilla lo condenó a 60 años de prisión por los delitos de acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado, actos sexuales con menor de 14 años agravado y pornografía con menores de 18 años.

En la audiencia que se celebró en el despacho de la juez,  el violador estuvo virtualmente desde la Cárcel La Picota de Bogotá acompañado de su abogado quién apeló la decisión que pasa al Tribunal  Superior de Barranquilla.

Ante este despacho judicial la Fiscalía relacionó a 91 víctimas del "Lobo Feroz", la mayoría en Barranquilla. Ese número de víctimas fue consolidado por la Fiscalía General de la Nación y la Interpol.

Sin embargo, son 276 las víctimas de este violador en todo el país, según reveló Interpol luego de obtener información de 10 correos electrónicos que manejaba el violador.

Entre las víctimas del "Lobo Feroz" también hay menores de edad en  Bogotá, Honda, Llanos Orientales, Cundinamarca y Medellín.

Las investigaciones permitieron establecer que Juan Carlos Sánchez enviaba material pornográfico con niños a otros violadores de México, videos y fotografías que también comercializaba en el extranjero.

Alejandro Cuéllar, abogado de víctimas, a través de la Fundación Renacer, hizo un llamado a las víctimas "a qué denuncien". 

El representante de las víctimas dijo que "con el fallo de hoy se muestra una justicia eficaz contra quienes quieren vulnerar los derechos de los niños en el país". "Es algo histórico", relató.

El "Violador en serie" fue capturado en Venezuela el año anterior y extraditado a Colombia en el mes de septiembre. El condenado está recluido en la Cárcel Picota de Bogotá.

En su modus operandi, "El lobo feroz" buscaba a sus víctimas en centros comerciales del suroccidente de Barranquilla. Allí se acercaba a sus víctimas, les regalaba dulces y después las accedía carnalmente.